EPOCA CONTEMPORANEA

 

UN MONJE QUE DEJO HUELLA EN EL SIGLO XX

Beato Dom Columba Marmion

 

Joseph Aloysius, nació el 1 de abril de 1858 en Dublín, Inglaterra en el seno de una numerosa familia y muy devota.

Ingresó al seminario a la edad de 16 años luego de estudiar en un colegio jesuita. Por sus dotes fue enviado a estudiar al Pontificio Colegio Irlandés  de Roma, donde termino sus estudios en teología y fue ordenado sacerdote en 1881.

En el seminario se destacó por sus cualidades y actitudes de caridad que tenía con aquellos que carecían de algo.

Un día yendo a la sala de estudio sintió una luz infinita de Dios, un fenómeno extraordinario de la presencia de Dios; pero él era muy reservado a la hora de comunicar esas experiencias.

Era conocido como un sacerdote muy humano, dispuesto a enseñar, asesorar, consolar y dar a cada uno la ayuda que necesitaba. Pide unirse a los benedictinos de Maredsous, su obispo le autoriza en 1886.La llegada a la abadía no fue sencillo, todo era extraño para él, desde la lengua francesa que se hablaba en la comunidad a la disciplina monástica, a la que era totalmente ajeno.

Tomo el nombre de Columba, por el gran abad benedictino misionero San Columbano. El 10 de febrero de 1891 después de su profesión es designado ayudante de novicios, con quien nada bien se llevaba.

De ser un monje a quien no se le encargaba predicar por su poco domino del francés, pasó a ser el más requerido para la predicación de la comunidad.

De 1891 a 1899, su vida se desarrolló entre el trabajo monástico y la predicación. La vida espiritual de Columba llego a su plena madurez de la mano del carisma benedictino. En lo que más se esforzó, por resultarle más novedoso, fue en el desarrollo del espíritu de obediencia, compunción y humildad como expresiones de la fe, la esperanza y la caridad.

En 1899 fue enviado a ayudar en la fundación de la abadía de Mont Cesar en Lovaina, convirtiéndose en el primer prior de la misma. Sus clases se distinguían por la claridad extrema y por la aplicación práctica de su fluida vida interior. Su pensamiento, según sus contemporáneos es fruto de su contemplación.

Colaboro de forma decidida en la conversión al catolicismo de Gales e Inglaterra. Durante la primera guerra mundial, Don Columba transitaba disfrazado de ganadero y sin ninguna documentación, aprovechó para predicar y ser director espiritual, mientras contemplaba preocupado la actitud de sus novicios en Irlanda poco entregados a la oración.

A partir de 1922, su estado de salud era muy delicado, pero no le impidió viajar a Lourdes ese mismo año y celebrar el 50 aniversario  de la abadía que llevaba rigiendo desde hace 14 años. Sin embargo la gripe le golpeo y falleció el 30 de enero de 1993.

Sus restos están incorruptos, fue beatificado el 3 de septiembre del 2003.

EL CLERO PERSEGUIDO POR LOS NAZIS Y LOS COMUNISTAS

Ladislao findysz y la persecución del clero polaco

El calvario del clero polaco en el siglo xx, perseguido primero por el régimen nazi y después por los comunistas, se manifiesta en alto número de sacerdotes martirizados en uno o en otro momento de dicho siglo.

Ladislao Findysz, nació en Krosciento Nizne, Polonia el 13 de diciembre de 1907, en una familia de campesinos de antigua tradición católica.

Su formación sacerdotal tuvo lugar bajo la guía de otro santo sacerdote, el rector Juan Adalberto Balicki, elevado a los altares por Juan Pablo II en 2002 como modelo de sacerdote diocesano.

Se ordena sacerdote el 19 de junio de 1932 en la catedral de Przemsl de manos del obispo de la diócesis Mons.Anatol Nowak. Ejerció en varias parroquia, pero el 3 de octubre de 1944 fue expulsado por los alemanes ya que esto formaba parte del proyecto de germanización de Polonia ideado por Hitler.

Luego de toda las peripecias y dificultades que se vivió en este tiempo, en enero de 1945 regresan a su parroquia y se dedicó a reorganizarla. Acabada la guerra no vinieron tiempos fáciles para la iglesia y el pueblo polaco, ya quedo bajo la dominación soviética y empezaron una serie de cambios económicos, sociales y culturales impulsados desde la Unión Soviética.

En 1950 el gobierno comunista desmantelo la organización de beneficencia Caritas acusándola de socorres a los pobres con ayudas provenientes de los católicos americanos. Don Ladislao continúo con la tarea de renovación moral y religiosa de la parroquia, esforzándose ahora por proteger a los fieles, sobre todo a los jóvenes, del programado e intensivo proceso de adoctrinamiento ateo impulsado por el comunismo.

Su trabajo pastoral se fue haciendo cada vez más incómodo para las autoridades comunistas, llegando a ser vigilado por los servicios secretos.

El 25 de noviembre es arrestado y conducido a la cárcel en el castillo de Rzeszów, fue condenado a dos años y seis meses de reclusión.

Fue públicamente desacreditado, calumniado y condenado a través de publicaciones falsas en la prensa. Además fue sometido a malos tratos y humillaciones físicas, Psíquicas y espirituales. Esto es causa de que su salud haya empeorado y condenado en pocas palabras a una muerte lenta.

Muere el 21 de agosto de 1964  tras haber recibido los últimos sacramentos por un carcinoma entre el esófago y el estómago.

El 27 de junio de 2000 tras numerosas peticiones por parte de los fieles se abrió el proceso diocesano para la beatificación.

Fue mártir, no ante un pelotón de ejecución o en una cámara de gas, pero autentico mártir.